Que levante la mano el que puede resistirse a coger ramas y palos cuando va paseando por el campo…. Yo…. no….
Pues bien, hoy aprovechamos esa tendencia recolectora para decorar nuestra casa de manera muy mona a la par que práctica!
El almacenaje siempre parece ser un problema, porque a veces necesitamos un armario pero no tenemos el espacio suficiente para ubicarlo… Pero mira qué solución tan chula. Con una rama larga y un par de soportes tienes un burrito hecho!
Otro tema que a veces trae de cabeza es el de no tener puntos de luz jussssto donde los necesitamos… por ejemplo en una mesa alargada. ¿Y qué tal una lámpara alargada también? Con una buena rama y unos cables maxilargos para poder distribuir la luz totalmente a nuestro gusto 😉
Mira, esta idea es genial. Necesitas una rama bastante recta, porque si no la cortina va a quedar de aquella manera, pero… un buen paseo por el campo y la encuentras seguro!
Y de las ramas funcionales a las puramente decorativas. Puedes hacer con ellas cantidad de cosas bien fáciles y complicarlas tanto como quieras.
Desde decorar la habitación de tu baby con unas ramitas la mar de delicadas, o con un palo que sirva de soporte para un tapiz amoroso…
O un móvil con tus figuras de papiroflexia preferidas, y unas ramitas que le den un poco de consistencia y volumen.
Otra opción es convertir tu rama, también en este caso más bien gruesa, para que aguante el peso, en un jardín vertical. ¿No te parece que queda genial con el colorido de las flores?
Y para terminar, una forma original de poner a la vista tus fotos preferidas. Enrolla una guirnalda de luces a una rama bien ramificada, valga la redundancia, fíjala a la pared y distribuye las fotografías a su alrededor. Un rinconcito cálido lleno de recuerdos.
Un besote, tarreros!