A veces uno encuentra trabajos de personas que con su punto de vista fuera de lo normal y una inmensa creatividad son capaces de convertir una actividad más bien común en algo excepcional que acaba creando hasta tendencia. En un mundo digital a tope, los trabajos hechos a mano ascienden a la categoría de artesanales, como es el caso del bordado o el ganchillo, que ha pasado de ser considerada una tarea puramente doméstica exclusiva de amas de casa, a ser valorada, seguida y practicada por miles de personas de todas las edades y condiciones. Ahora todo lo relacionado con la costura es súper glamoroso, así que vete aficionando que si no vas a estar demodé.

Pero podemos ir más allá incluso, porque hay algunos casos dignos de mención en los que estos trabajos son considerados como auténticas obras de arte.

Berta Salinas es un claro ejemplo de ello.

Madrileña de origen, licenciada en Bellas Artes y diplomada en dirección artística comienza aprendiendo la parte técnica a través del mundo del grabado, el dibujo y la fotografía y acaba especializándose en bordados, haciendo auténticas obras con hilo y aguja como si se tratase de dibujos. Obras que no dejan indiferente al que las mira. Sobre todo en sus dos primeras colección “Love Song” y “Caníbal”, en las que recrea inquietantes imágenes en torno al tema del desamor.

Después de triunfar con sus pequeñas imágenes bordadas a iniciado una línea de trabajo textil, para la que ha creado cojines en los que reproduce ese misma simbología y temática que la distingue: corazones, anatomía femenina, besos, naturaleza, frases… que plasma usando como lienzo telas de lino 100% y como pincel el pulso de su aguja enhebrada con hilos de color. Una forma de mostrar su sentimiento a través de las imágenes que confecciona.

Berta cuenta en su entrevista en Galería Madriz “El sufrimiento de Berta Salinas“, que se inspira en poemas, imágenes y escenas de la vida cotidiana. Y en su página web incluye citas de poetas y artistas como Dalí, Truman Capote, Lorca o Charles Baudelaire que sirve de preámbulo a la imagen de sus ojos bordados.

Esta artista ha bordado de un modo personal escenas e imágenes sobre el vacío que deja el desamor. Una reflexión en torno a él y como este nos afecta. Un desamor desgarrador y tormentoso.Y eso le ha otorgado la categoría y el reconocimiento como artista.

Otro de los nombres que destacan en el panorama artístico español vinculados al bordado es el de Yolanda Andrés, que borda sobre algodones y linos objetos cotidianos dándoles una nueva dimensión: Ciervos, librerías, cámaras fotográficas, platos,  frases… Un hobby que aprendió desde niña y que ahora desarrolla profesionalmente gracias a su formación en la Facultad de Bellas Artes y su experiencia como diseñadora gráfica. Por una de esas cosas de la vida tuvo que pasar una temporada al cuidado de su hija en el hospital y aprovechó para bordar y regalar sus trabajos. Colgó sus fotos en Instagram y fue descubierta por la revista AD y la Galería Mad y Mad.

Tuvimos la ocasión de ver sus trabajos por primera vez en The Apartment y The Hovse, dos de las Pop Up Stores organizadas por Better es Mejor. Desde entonces sus apariciones son cada vez más frecuentes en revistas como Vogue, Telva o Harpers Bazaar y numerosas publicaciones online.

Tal repercusión han tenido sus creaciones que ha diseñado y cosido en exclusiva la colección de bordados de edición limitada denominada Matryoshkas Bags para Carolina Herrrera.

Un inspirador ejemplo de que las cosas hechos con pasión, talento y sobre todo muchas horas de trabajo, al final obtienen la mejor de las recompensas, puesto que no sólo son reclamadas y valoradas, sino que acaban convirtiéndose en auténticas y valiosas obras de arte.