¿Y vivir soñando?

Bueno, la verdad es que tampoco nos vamos a poner trágicos. Morir, lo que se dice morir va a ser que no hace falta. ¿Qué tal vivir soñando?

Porque soñar se puede hacer en cualquier sitio, en cualquier momento y sin prisas, sin adquirir compromisos, con cualquiera, o con alguien especial, a lo grande, por pequeñas cosas, sin dinero o con ello, para ti, para otros, a largo o a corto plazo, durmiendo o despierto, a cualquier edad, con cualquier condición y sobre todo, en silencio o gritándolo a los cuatro vientos.

Date la posibilidad de soñar, aunque sea con pequeños objetivos diarios, con pequeñas pero importantes cosas de la vida, porque sólo pensando que puedes lograrlo, puede ser realidad y sobre todo  porque soñar te hace feliz mientras lo haces.

No vivas penando, vive soñando y no morirás nunca!

Feliz y soñado fin de semana tarreros!