Tener una mini-habitación para tu niño ya no está reñido con la habitación más bonita del universo.

¿No te lo crees? Ya verás! Unas gotitas de creatividad, un detalle aquí y allá…

Si lo que quieres es no gastar demasiado, unas cuantas almohadas chic llenas de color, en una camita lisa o poco decorada, dan un toque crafty a la habitación que le encantará a cualquiera, grande o pequeño.

Almohaditas maravillosas como esta de The Art Room hacen que la camita de tu niño o niña sea la protagonista de la habitación.

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Estos tan remonos de robots y rombos son de Ferm Living. No te pierdas los modelos que son para morirte dos veces!

Para habitaciones más juveniles me hacen babear las taquillas tuneadas, último grito en habitaciones junior y que bien combinadas son un primor.

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Y que me decís de aquellos que apuestan por las camitas vintage? Ocupan lo mismo que las tradicionales pero su toque rústico originaliza (me acabo de inventar el palabrajo) la habitación más sosa.

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Las minicasitas de madera para hacer de escritorio o de zona de juegos también son la muete. ¿Te atreves a construirte la tuya? No parece muy difícil ¿no?

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Los escritorios originales y renovados también dan un toque muy chic a la habitación de los pequeñajos y además hace que nos acordemos de como eran los nuestros hace unos pocos años (buuuuuueno, son más mogollón de años que pocos, como sois!)

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¿Y qué me decís de los pequeños detalles en las paredes? Pueden ser capaces de iluminar la habitación entera. Una pintura bien elegida con un complemento original y trabajo hecho!

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