¡Ay el eucalipto! Ya sólo con nombrarlo parece que lo hueles, ¿verdad?

No te imaginas lo que una simple ramita puede hacer. ¡Ahí te van 10 ideas! 😉

Seguramente la primera idea que se te ha ocurrido es hacer un ramo. Pues sí, pues sí, correcto. Puedes hacer un ramo con ramas de eucalipto y mezclarlas con pequeñas florecillas silvestres. Mira qué mono.

O…. puedes hacer un ramo, bueno, un señor ramo, y colgarlo del revés detrás de una puerta, en la pared…

¡Y quien dice en la pared dice en la ducha! No va a haber quien te saque de ella, con ese olorcito que desprende con la humedad…. mmmmm, qué rico, qué relajante!

La cocina también es un rincón ideal para poner un poquito de eucalipto y darle un toque fresco y aromático 🙂

Incluso en el dormitorio es un buen lugar. Con este “cabecero” te aseguras tener las vías respiratorias de lo más despejaditas mientras sueñas con los angelitos! 🙂

Puedes incluir esta planta en todas las decoraciones que te propongas, como este espejo, que oye, es bonito, pero gana y mucho con estas ramas alrededor!

¿Y qué me dices de este portafotos vertical? Las propias ramas te servirán como soporte para tus fotos. ¡Rechuli!

Y si te toca poner tu casa para una cenita, facilísimo: te puedes crear un centro de mesa digno de una revista de hogar, combinando eucalipto y una rama de algodón. Más fácil no puede ser y queda genial. Si quieres, puedes añadir alguna velita…

Para terminar, un regalito. Decorado con… venga, adivina… ¡premio! Eucalipto

Como has visto, puedes usar esta rama de rico aroma para un montón de cosas. ¿Se te ocurre alguna más?

¡Un besote, tarreros!