El origen de nuestros refranes…

Suelen decir por ahí, que los que conocen los refranes no pueden ser malas personas ;P. Los refranes son la expresión popular más bonita, porque tienen una historia, porque no incorporan expresiones inadecuadas (palabrotas, vamos) y sobre todo, porque son la esencia y marcan la idiosincrasia de cada pueblo.  Por eso hay que cuidarlos, y mantenerlos, porque son la base de nuestra cultura y nuestra riqueza lingüística.

Pero…¿Cuál es el origen de los refranes más populares?

Tener siete vidas como el gato

Este refrán se remonta al Antiguo Egipto, a la época de los faraones. Los gatos eran animales sagrados, el animal mediante el que se comunicaban los dioses con el pueblo. Debido a la facilidad de los gatos para caer de pie y salir tan panchos de muchas situaciones, se consideraba que estos animales tenían siete vidas.

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Ponerse las botas

Usamos este refrán cuando nos hemos pegado una comilona y tenemos que pasar horas tirados en el sofá casi sin poder movernos. Pues precisamente de ahí viene este dicho, los que usaban botas antes eran las personas de clase acomodada (vamos, que tenían parné) y los que podían comer como si no hubiera un mañana.

Ni chica ni limoná

Este refrán viene cruzando el charco desde Latinoamérica; la chicha es una bebida alcohólica típica sudamericana y el término limonada se solía utilizar para denominar a las bebidas sin alcohol. Vamos, ni una cosa ni la otra.

Santa Rita, lo que se da no se quita

Esta Santa es patrona de las cosas imposibles. Cuenta la leyenda que una doncella fue a pedirle un novio a la Santa, y que ésta, se lo concedió a los pocos días. Pero el novio se le escapó al poco tiempo y la doncella se plantó delante de la Santa y le soltó “Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita”.

Más vale tarde que nunca

Para encontrar los orígenes de este refrán tenemos que irnos a la antigua Grecia y al filósofo Diógenes Laercio. Ya de viejete, le entraron unas ganas enormes de estudiar música, y cuando el profesor le dijo que era tarde para eso, Diógenes le contestó con la famosa frase ¡Ole él!

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Marcharse a la francesa

Todos nos hemos escapado un poco algunas veces a la francesa, pero ¿de dónde proviene la expresión? En la Francia del siglo XVIII se convirtió en signo de buena educación irse de las fiestas sin despedirse de nadie. Que para una vez, está bien, pero hacerlo siempre queda feo ¿no?

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A Buenas horas mangas verdes

Esta expresión implica que alguien llegó tarde para lo que se le requería.

El origen de la frase proviene de un ejército formado en el año 1476 durante el mandato de los Reyes Católicos. El ejército de los mangas verdes fue constituido para prestar auxilio en cualquier tipo de emergencias y en muchas ocasiones se encontraban en loa caminos y campos para protegerlos de los malhechores. Sus miembros vestían un uniforme con coleto y mangas de color verde y se constituía como la primera policía nacional de Europa.

Relatan los cronistas de los siglos XVI y XVII que este ejército se ganó a pulso la fama de impuntualidad. Generalmente, cuando llegaban al lugar requerido para prestar el auxilio ya se habían cometido los desperfectos y siniestros. Y a veces tardaban tanto que los vecinos del pueblo habían resuelto el problema. De ahí que cuando se personaban en el lugar de los hechos, la gente les reprochaba diciendo: “¡A buenas horas, mangas verdes!”.

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Esperamos que ahora cuando os salga pronunciar alguno de los tesoros refraneros, os acordéis de donde viene su significado…

Feliz jueves tarreros!