Convertir una vieja escalera en un árbol de Navidad. Ese es nuestro reto hoy. ¿Lo conseguiremos? ¡Pinta bien! 🙂
Necesitas: Pintura Plástica Satinada Alp para paredes y techos, esmalte al agua satinado Resistant Colors Alp en color Oro, rodillo y brocha, una cubeta, lija, un trapito, papel kraft y cinta de carrocero. Y una escalera, claro.
Protege el suelo, que más vale prevenir que curar, y lo vas a agradecer cuando simplemente tengas que quitar el papel o el plástico y no manchitas de pintura…
Consejillo: aprovecha ahora para examinar bien la pared en busca de pequeñas grietas, agujeros de algún cuadro que estuvo y ya no está… o desperfectos que haya que reparar con un poco de masilla o el producto que corresponda.
Manos a la obra.
Remueve bien la pintura para homogeneizar la mezcla por completo.
Pues a pintar. Pinta primero en pasadas verticales, de arriba a abajo, de arriba a abajo.
Empieza por la parte alta de la pared y vete bajando.
Dejamos secar la pintura 24 horas, y mientras tanto vamos a ir preparando y pintando la escalera,
Para pintar la escalera de madera, lo primero que vamos a hacer es lijar bien toda la superficie, eliminando los posibles restos de pintura y barniz y dejando la superficie perfecta para que la pintura quede estupenda.
Procura lijar en la misma dirección de la veta de la madera y así evitarás marcas que se acentuarían con la pintura.
Elimina el polvillo con un trapito ligeramente húmedo.
Y a darle a la brocha 🙂
Por todos los recovecos….
Una vez seca la pintura de la pared, empezamos a pintar en diagonal para extender bien la pintura y evitar que queden marcas. Todo muy muy uniforme,
Truqui: si decides dar más de una capa y ves que en la primera te ha quedado algún goteroncillo, no cunda el pánico. Cuando la pintura esté perfectamente seca, lija un poco suavemente y retira muy bien el polvo con un trapito ligeramente húmedo antes de dar la siguiente capa.
Et voilà! Nosotros hemos elegido un tono verde para la pared porque además de ser muy navideño, hay que pensar en el resto del año, y el verde es un color que relaja y calma. ¿Qué te parece?
Y… ¡listo!
Ya sólo tienes que decorarla navideñosamente 🙂
Velas, arbolitos, cascabeles… y por supuesto ¡guirnaldas de luces abrazando toda la escalera!
¿Te vas a animar a darle una segunda vida a tu escalera de madera?
¡Feliz Navidad creativa, tarreros!