¿Habías pensado alguna vez que podrías ser capaz de confeccionar regalos bonitos tú mismo, con tus propias manos?
Ayssss que sí, que si eres de los que te gusta sorprender no dudes que con lo que te vamos a enseñar lo vas a conseguir porque no hay nada mejor que regalar algo en donde hemos puesto el corazón, y que esa persona a la que adoramos sepa que hemos dedicado parte de nuestro tiempo en pensar en ella, en hacerle algo con nuestras propias manos.
¿Te atreves a intentarlo?
Los materiales que necesitamos son muy fáciles de adquirir en cualquier gran superficie, así que no tenéis excusa para hacer las cosas tan bonitas que os vamos a enseñar:
2 Botellas de agua Bezoya, una de 1,5 litros y otra de 33 cl.
Cemento blanco y agua
Un recipiente y un palo para mezclar el cemento
Pintura acrílica blanca y dorada
Cúter y tijeras
Lija suave
Brocha
Unas cuantas monedas que pesen
Flores bonitas para decorar el recipiente
El primer paso es recortar las botellas de Bezoya que van a servir de molde para nuestro “Florero Sanvalentinero”. Primero recortaremos la de 1,5 litros a la medida deseada, según queramos que sea la altura de nuestro florero. Esta será la base del molde para el florero.
Después recortamos la botella pequeña de Bezoya que será la que utilizaremos para meter dentro de la grande cuando el cemento esté dentro, y nos servirá para contener el agua de nuestras flores una vez el recipiente esté finalizado.
Vamos ahora con la preparación del cemento. En función de lo alto que queráis que sea vuestro florero tendréis que hacer más o menos mezcla. Es muy sencillo. Tan solo debemos seguir las indicaciones que aparezcan en el envase. En nuestro caso mezclamos una medida de agua por cada tres de cemento. Se remueve bien con el palo hasta que la mezcla sea homogénea y tenga una textura que recuerda al helado cuando se va deshaciendo. Mmm…helado…
Vertemos la mezcla en la botella grande de Bezoya. Hay que tener en cuenta que al introducir a continuación la botella pequeñita, el cemento va a subir, así que es importante echar menos cantidad de la altura que queremos en nuestro florero final.
Introducimos la botella pequeña de Bezoya, de manera que quede lo más centrada posible…
…y la llenamos de monedas y agua para que haga presión y no se mueva.
Dejamos secar el tiempo indicado por el fabricante y desmoldamos. Basta con hacer un corte en la botella exterior y luego retirar el plástico tirando suavemente. Si no conseguimos retirarlo a la primera, volvemos con la tijera entre el plástico y el cemento, hacemos un nuevo corte y vamos a continuar retirándolo.
Con la botella interior tenemos dos opciones: cortarla a ras del cemento, de manera que parte quede dentro del florero para contener el agua de nuestras flores, o dejarla tal cual, sobresaliendo sobre el cemento. ¡Al gusto!
Si los bordes no os han quedado muy definidos, podéis lijarlos muy suavemente un poquito.
Y ya sólo nos queda decorarlo. El nuestro lo pintamos de blanco…
…con el bordecito en dorado. ¿Os gusta?
Pues ya lo tenemos, ¡listo para llenarlo de flores geniales!
¡O de lo que surja!
¿Qué se te ocurre a ti?
Podéis ver todo el proceso en vivo y en directo en nuestro vídeo en el que explicamos el paso a paso. Esperamos vuestras fotos con vuestros proyectos terminados!
irene_apfmhead
1 marzo, 2016Una forma muy original de utilizar las botellas, queda una maceta distinta.
Ana Vázquez
2 marzo, 2016Dan ganas de ponerse ahora mismo con ello… ¡Gracias!