Cuando Marta encargó sus tarjetas a El Tarro, quería dejar claro que su proyecto, en la medida que las circunstancias lo permitan, era 100% sostenible y sobre todo muy creativo, con una proyección que pretende que nuestros edificios sean sanos y amigables con el medio ambiente.
Aunque su lucha está siendo dura, estamos seguros de que su proyecto, precioso por cierto, va a encontrar gente que confíe en que un mundo mejor nos espera.
Animo y muchísima suerrrte Marta!!!!