¿Recuerdas aquella época en la que dormir un viernes o un sábado era un pecado?

¿Y aquella en la que bailabas a lo flash dance en tu habitación, chocando con todo lo que se interponía en tu camino a la fama…?

Y qué me dices de aquella época en la que te ibas de viaje de fin de curso y no te acordabas ni de un solo nombre de la cantidad de monumentos que recorrías con el resacón en el cuerpo, porque lo único que te preocupaba era si Carlos te miraba o sonreía a la petarda de Patricia…

Qué me decís de las hombreras y los tupés…El mío era de infarto! Qué jorror por Dios! 

Ahora miro atrás y sonrío…

Sonrío porque las cosas cambian y ahora las prioridades son otras, otras mejores, las mejores!

Ahora me molan los viernes con peli y palomitas en casa, viajar para conocer esos monumentos que me perdía cuando tenía 18, la calma, un buen té mirando a través de la ventana, porque ahora me encanta hacer cosas con mis manos y valoro mi tiempo montón…

Las cosas cambian como quieres, tú haces que cambien y tus gustos cambian contigo.

Ya no hamburguesas y copazos  cada finde, ahora ya somos de morro fino, y aunque seguimos fieles a nuestras bebidas de toda la vida, surge de repente alguna que te alucina, como Zitro con montón de sabores combinados, a mi me ha flipado especialmente el de limón con lima y el de naranja y azahar aunque el de arándanos y limón también es la caña y ese toque de burbujas de aguja que “mencanta”!!!!!!!!

¡Vaya cambio!!!!!!!

¡Qué vivan las burbujititititas de aguja con sabores!