De peques siempre salíamos corriendo cuando nuestras madres nos decían que había sardinas para comer. Pero al final son una de esas cosas que te van gustando cuando te haces mayor y que no le dices a tu madre para no tener que escuchar un “te lo dije” (lo bueno de esto es que ahora nos toca decírselo a nuestros enanos).
En la calle Limón, al ladito del Conde Duque en Madrid, está La Lata de Sardinas. Es una pequeña taberna muy acogedora donde ir a comer rico sin tener que gastar mucho. Sillas de formica como las que tenían nuestras abuelas en la cocina, muebles restaurados y columnas de hierro. Solo le falta un braserito debajo de cada mesa y una “falda de camilla” para no querer salir de ahí hasta que acabe el invierno.
La comida es casera, de la de toda la vida, nada de cosas que no sabemos pronunciar; patatitas bravas, bacalao en tomate, butifarra con guisantes… Y paro, porque me está entrando un hambre…
¡A animarse a ir cualquier tardecita con los amigos a convertirse en unos Sardinos!
Estas latitas de sardinas de lo más mono es donde sirven el pan.
Recomendable a tope. No te lo pierdas!
lagujaenelpajar
10 diciembre, 2013Muchas gracias por la recomendación )) iremos a probar y os contaremos FELIZ DÍA ))