A puñaaaaooooos, así cogen los niños los caramelos la noche de Halloween, pa qué negarlo. 😉 Y en algún sitio hay que guardarlos, ¿no? Por favor, no más bolsas de la compra. Vamos a darle tarea a nuestras manitas, a la imaginación y la creatividad para hacer un recoge-caramelacos de alucine. ¡Y encima reciclando! ¿Quién da más?
Los materiales, los siguientes: 2 botellas Bezoya de 1,5L, cúter y tijeras, spray negro y verde, goma eva y rotu permanente, pegamento fuerte, una cremallera, troqueladora y lazo.
Ya sabes lo que toca, ¿verdad? Efectivamente, cortar las botellas. Corta la base de una de ellas a unos 4 dedos aproximadamente.
Y la segunda, por la mitad.
Ahora pinta, la parte más grande,la que contendrá los caramelos, de verde.
Y la más pequeña, de negro. Aprovecha y pinta también los tapones de las dos botellas. Truco: si pintas con spray, la pintura fijará mejor y más uniformemente si la aplicas a una distancia de medio metro aproximadamente.
Deja secar y a continuación, con ayuda de una troqueladora, haz un par de agujeros enfrentados en la parte alta de la botella verde. Así:
Pasa un lazo por ambos y anuda por la parte interior, para que no se salga y el nudo quede oculto. Piensa que el lazo debe ser lo suficientemente largo como para que el niño pueda colgarlo al cuello, lo lleve en bandolera… y vaya más chulo que un ocho a recoger sus caramelos!
Empieza la composición propiamente dicha de la carita de Frankenstein. Lo primero, las orejitas-tornillos que tiene mi pobre. Pega debajo de los agujeros por los que has pasado el lazo, los dos tapones negros. Puedes usar pegamento de contacto fuerte o pegamento caliente.
Ahora, los ojitos. Puedes pintarlos en un trozo de goma eva, recortarlos y pegarlos, para darle un poco más de expresividad, o pintarlos directamente en el plástico con un rotu permanente.
El pequeño Frankenstein-traga-caramelos va tomando forma!
Le pintamos una boca, unas ojeras, cicatrices…
…y por fin le ponemos la tapita superior. Corta una cremallera larga para que coincida justamente con el perímetro de la botella y añade pegamento textil en el anverso, a lo largo.
Colócala por el interior de la botella, de manera que ambos extremos de la cremallera se unan en la parte trasera de la cabeza de Frankenstein, y asegurándote de que dejas espacio suficiente para que la cremallera se deslice bien, sin trabarse con los bordes de la botella.
Cuando esté bien seca, no antes, abre la cremallera y repite la operación con la parte superior. Trabajar con ella abierta te facilitará los movimientos a la hora de pegar.
Presiona bien con los dedos… Para el pegado de la cremallera también puedes elegir utilizar pegamento de contacto, textil, pistola de pegamento… pero siempre que asegure una buena fijación. La necesitamos para que la cremallera sea resistente a tanto abrir y cerrar entre recogida y recogida de caramelos! 😉
Y la lo tenemos! Un monstruito que es una ricura que nos guardará fielmente nuestros puñados y puñados de caramelacoooos!!!! ????
Otra alternativa que te proponemos, hacer los mismo pero pintando las botellas de naranja, unas pegatinas y unos murciélagos de goma eva negra. ¿Con cual te quedas? 🙂
Te dejamos el videotutorial para que puedas verlo en vivito! 😉
Irene_apfmhead
17 octubre, 2017Super gracioso el Frankenstein, seguro que a los peques les encanta.
Andrea Tarrera
17 octubre, 2017¡Muchas gracias Irene! Ha quedado graciosete jeje. 😉 ¡Un besote grandote grandote! ¡Muak!