El tarro de ideas

No hay nada más divertido que mezclar disciplinas. En este caso, papel (tarjetas), costura (cosidas), y corazón (con amor).

Reconozco que soy nueva novísima en esto de las artes en tela, a pesar de que mi madre ha bordado como los ángeles y mi abuela hacía punto a diario. Pero como hay que probarlo todo, me parecía genial lo de aplicar al papel el cosido más básico que es, de momento, el que yo soy capaz de hacer de manera medianamente digna.

Para empezar sólo necesitaremos unas cartulinas, hilos de colores, un cartón , una aguja de lana, lápiz, regla y nuestras manitas…

En primer lugar vamos a trazar las líneas que servirán de guía para dibujar nuestras letras. Si no se os da bien dibujar una letra bonita, podéis imprimir una que os guste de la lista de tipografías de vuestro ordenador en un papel vegetal y después marcar con la aguja la cartulina sobre la que coseremos  poniendo a modo de guía el papel vegetal con la tipografía impresa.

Con la propia aguja y poniendo el cartón debajo de la cartulina ( podéis usar también un taco de poliuretano o cualquier otra superficie semiblanda) marcaremos cada uno de los puntos clave de cada letra, es decir, los extremos y los puntos en que se curvan las mismas.

Partiendo de dichos puntos trazaremos el resto intentando hacer que la distancia entre cada uno de ellos sea parecida, para que las letras queden lo más homogéneas posible y tengan un aspecto limpio y natural.

Una vez trazados todos los puntos borraremos las líneas dibujadas en lápiz para que al coser no se vean las guías que nos ayudaron a  marcar la frase. Ahora sólo queda lo mejor, cose que te cose! Es importante empezar las puntadas en el sentido de las agujas del reloj para no perderse y que luego todo tenga la forma adecuada.

Y voilá! Aunque laborioso, precioso!!!

Ya podéis sorprender a vuestro chico o chica con una tarjeta bonita, hecha por vosotros con vuestras manos y el corasao. Otra opción es hacerlo con hilo o cordón natural, el bramante de toda la vida, cosido sobre cartulina blanca. Muuuy resultona y rústica.

Ahora sólo nos queda meterlo en un sobre confeccionado por nosotros también ( ya os desvelaremos como lo hemos hecho en el siguiente tutorial), y tu media naranja se emocionará recibiendo algo tan bonito para despedirte por una larga temporada. Aunque el proyecto requiere un poco de tiempo, merece la pena, que el separarse es duro y regalar algo tan bonito y hecho por uno, no tiene precio.

Feliz miércoles tarreros y buen viaje!