¿Sabes lo que es el Kintsugi? ¿No? ¿Ni idea? Pues una técnica japonesa rebonita, en la forma y en el fondo, de reparación de cerámica basada en hacer bien visibles las marcas del paso del tiempo. ¿Te apetece descubrirla?
Lejos de querer esconder los “defectos” ocasionados por el paso del tiempo, por algún accidente o por cualquier otra circunstancia de la vida, el Kintsugi o Kintsukuroi, resalta la heridas y cicatrices de las piezas de cerámica.
Este arte, porque es un arte, se basa en reparar las grietas de la pieza con barniz o resina mezclado con polvo de oro.
El Kintsugi considera que las fracturas y sus cicatrices forman parte de la historia del objeto en cuestión, y eso es lo que cuenta, el haber tenido una vida útil, ajetreada, haber desempeñado una función.
Así que embellecen el objeto roto y hacen que resurja como el Ave Fénix, más reprecioso que nunca.
Para seguir sumando ventajas, reparar una pieza mediante el arte del Kintsukuroi, aumenta su resistencia… y su valor. Lógico por otra parte, ¡ahora tiene oro!
Y en algunas ocasiones, plata.
A veces no se reconstruye la pieza tal y como era en sus inicios, sino que se crean otras nuevas a partir de fragmentos diferentes.
Podríamos decir que lo que cuenta es saber reponerse, saber recuperarse y superar los tropiezos que de vez en cuando se nos presentan en esta vida.
Te dejamos disfrutando de las vistas y reflexionando sobre lo que la cultura japonesa nos enseña.
Un besote, tarreros!