La semana que viene nos ventilamos noviembre! Ya! Madre mía! 24 días de espera hasta que el primer ser mágico de la Navidad nos deje algún detallín por haber sido tan rematadamente buenos como hemos sido! Y como ya se sabe que cuanto menos queda para llegar a una fecha que esperamos con ansia, más lento parece pasar el tiempo…endulcemos la espera con un calendario de adviento! Con sorpresita o dulce en su interior nos plantamos en el 25 de diciembre en un periquete!
Ya sabes que somos muy fans del menos es más. Y más cuando estos clips de reno se bastan y se sobran ellos solos para hacer con unas simples bolsas blancas de papel el mejor calendario de adviento que hemos visto hasta ahora. Tenemos que hacernos con esos clips! Nos hemos enamorauuuuu! Los números puedes hacerlo con sellos y tintas.
Si te pirra darle un toque natural a tus proyectos, puede ser un muy buen plan dedicar una tarde a hacer una pequeña excursión para buscar mil ramitas diferentes (preferiblemente del suelo, no seamos vándalos jeje) Ya sólo te faltará hacer unos paquetines simples con unos folios. Los números pueden ser desde pegatinas a tus propios números hechos con esmero. Sujera número y decoración con una pinza de madera… y listo!
Si lo que quieres es un calendario de adviento a la última ultimísima moda, necesitas unas cuantas juntas o codos de cobre, bueno, 24 en concreto, más una adicional para adornar el colgador. Las encuentras en cualquier tienda de bricolaje. Para los números, unos rotus permanentes, en blanco, negro…el color que más te mole. Después sólo tienes que pasarles un hilo o cordón, enrollar tu pequeño presente en un poco de papel, e introducirlo por el tubo de cobre! Todos colgados en un palo grande que por ejemplo encuentres en el parque, en las podas de los jardineros…a veces hay que mirar al suelo para encontrar tesoretes! Y a la pared con otro cordel!
A lo mejor tienes peques y estás buscando algo un poco más acorde con ellos. Estupendo, lo tenemos. Y fácil, refácil, megafácil. Necesitas cartulinas recortadas a modo de triángulo. Pega uno a otro tan sólo por los extremos y dejando la base abierta para que se mantengan en pie y tengan volumen. Los personajillos que acompañan a este paisaje montañoso son rollos de cartón. Simplemente, pintados, con alguna pieza recortada y pegada con un poco de pegamento mondo y lirondo. El resto puedes pintarlo con un rotulador corriente. Y toma calendario de adviento original!
La versión fácil de un calendario de adviento reciclado son estos duendecillos abrigados hasta las orejas. Necesitas el rollo de cartón, algún papel para hacer un cucurucho, como el de las castañas, los churros, las pipas antiguamente (al parecer…) y un poco de pintura u otro trozo de papel para abrigar al monigote de cuello para abajo. Con tres puntos de rotulador tienes los ojos y la nariz o la boca. Si tienes un poco de nieve artificial quedan muy salados plantados en ella 🙂
Y como nos ha flipado, acabamos enseñándote este calendario de adviento de Lego! Desde luego, bueno, o desde Lego, que echas la tarde construyéndolo, pero… ¿mola o no mola?
Si eres un loco tarrero ya sabes dónde encontrar más inspiración, pero si eres nuevo te lo comentamos! Tienes más calendarios de adviento DIY en nuestro Pinterest! ¡Pásate!
