Si os gustan los jardines vais a alucinar tres veces porque los lugares que os voy a descubrir, si no lo habéis hecho ya, son de cuento.
Lugares más cerca y más lejos de nuestro mundo, pero todos increíbles.
El primero es Túnel de Wisteria, situado en los jardines de Kawachi Fuji en Kitakyushu, Japón. En él florecen glicinias que cuelgan formando techos llenos de color. Os imagináis el olor?
¿No me digáis que no parece irreal?. No quiero ni pensar lo que puede ser estar leyendo en ese banquillo un libro, o irte una mañana a trabajar con el portátil en una de las sombreadas praderas…
Otros de los jardines de ensueño es el de Marqueyssac, en Vézac, que se asientan sobre el río Dordogne y mientras uno pasea por ellos puede ver unas impresionantes vistas del río.
Los jardines fueron diseñados por un estudiante de André Le Notre – famoso diseñador de los jardines del Palacio de Versalles.
Los jardines del Chateau de Marqueyssac tienen un estilo tradicional francés en cuanto a la cantidad setos recortados, boj, romero y santolinas, que hacen formas de espiral y recovecos, dándole ese aire tan especial.
Paseando un poco ves como el jardín se convierte en un agradable paseo a lo largo de la cima de un acantilado arbolado. En total hay 150.000 boj podados! Además tiene áreas de picnic, columpios y zonas tranquilas para sentarse y contemplar las vistas. En total hay 6 kilómetros de paseos y en algunas partes con fácil acceso para cochecitos o sillas de ruedas.
Hay un restaurante con una terraza con vistas de alucine, y también un salón de té y una librería.
En las noches de los jueves de julio y agosto se puede explorar Marqueyssac a luz de las velas. Con música y animaciones, así como un poco de entretenimiento para los niños. Vamos, para quedarse a vivir allí, no?
En las afueras de Kyoto, Japón, se encuentra el Monte Arashiyama Sagano que mantiene un bosque de bambú impresionante.
En la década de 1870 cuando Thomas Edison estaba buscando una alta calidad de bambú como material para el filamento de su bombilla, el gobernador de Kyoto recomendó dos lugares que podían ser fuente de recursos de bambú, uno de los cuales era Sagano.
El bambú tiene una mayor resistencia a la tracción, mucho más que muchas aleaciones, incluso que el acero y puede soportar terremotos con magnitudes de hasta 9 grados.
Menudo bosque, qué poderío! Imagino la energía que tienes que sentir al pasear por este lugar…
Bueno, después de este paseito por el mundo, os deseo un miércoles lleno de cosas nuevas.
Hoy os vamos a proponer fabricar vuestro propio papel de regalo con sellos hechos en casa en un pis pas. Para darle un toque nórdico vamos a inspirarnos en las típicas casas holandesas y las vamos a estampar en nuestro papel con tintas de distintos colores.
Os atreveis? Os va a encantar y vais a disfrutar como niños chicos.
Para poder fabricar nuestros propio papel y sellos necesitaremos:
1- Papel kraft
2- Plancha de goma o dos o tres gomas de borrar grandes
3- Tinta
4- Lápiz
5- Herramienta de carvado de sellos ( podéis encontrarlas en tiendas de manualidades o de dibujo técnico)
6- Folio
En primer lugar hay que dibujar el motivo que queremos estampar. En nuestro caso dibujaremos con un lápiz o portaminas unas cuantas casitas holandesas. Después plantamos el papel en la goma y lo frotamos procurando no moverlo. El dibujo se habrá calcado en la goma sin dificultad. Después podéis volverlo a redibujar para que quede bien marcado.
Ahora sólo queda empezar a carvar hasta que el dibujo quede completamente dibujado y marcado. Como veis este es muy facilito. Después termináis de recortarlo por los bordes bien con un cutter o con alguno de los accesorios que incorporan las herramientas de carvado.
Ahora queda lo más divertido, estampar!! Pues hala, después de que hayáis hecho varios modelos de casitas sólo tenéis que estamparlos con distintas tintas para darle algo de color al papel. Podéis repartirlo por todo el papel, o poner una hilera de casitas como si fuera una calle.
En este caso, adornamos con una frase bonita y personalizada y ya tenemos el papel más lindo del mundo. Sólo nos queda decorarlo con un poco de washi tape y un lazo bonito. Como este regalo no hay otro igual. Probadlo y seguro que váis a enamorar…
Espero que os haya gustado y animaos a personalizar vuestro papel. Veréis como triunfáis.
Todo empezó casualmente o por designios del destino , como casi todo lo imborrable que nos ocurre en la vida. Y fue ella, la que me robó el corazón. Me llegó en su cajita toda calladita y al abrirla sólo con cogerla con mis manitas ya me encandiló. Pero si no pesa naaaaada! Qué maravilla!
Pues sí, os hablo de la cámara Lumix G. Os acordáis que hace un mes nos embarcábamos en el Reto Bloguero de Panasonic,#changingphotography? Pues he aquí el resultado de un día precioso en el que mi cámara y yo (aunque sólo fuera mía por unas horas) vivimos una historia de amor paseando por las calles de Madrid.
Os refresco la memoria. El tema elegido por el Tarro de Ideas fue el de fotos de carteles antiguos de la ciudad. Sitios emblemáticos, con hasta un siglo de historia…
Lo mejor de la Lumix G es que hace que puedas transportarte en el tiempo con la infinidad de filtros que incorpora. Este en concreto, permite capturar imágenes dándoles un aire retro nostálgico impresionante, añadiendo una luz increíble y haciendo que el café Prínicipe, en plena plaza de Canalejas, pareciera sacado de principios del siglo pasado, sin perder el aire glamuroso que sigue aún teniendo.
O esta otra en pleno barrio de Malasaña, que con el efecto de estrellas, hace que una de las farmacias más antiguas de Madrid, parezca mágica, no?
O más abajo, volvemos a los recuerdos sepia de los años 30-40.
Aquí la antigua fábrica de hielo de Madrid mirando a su compañera, viejitos los dos, pero en pie!
Y qué me decís de la Gran Vía…. Y los carteles de los años 50-60 que siguen estando ahí, funcionando como el primer día, y que por la contaminación acústica, ambiental y visual, pasan desapercibidos, observando como pasa el tiempo. Este es el hermano pequeño del enorme cartel de sweeps que culmina el cine Capitol también en plena calle Gran Vía. Con la cámara Lumix G conseguimos darle el aire cincuentero a esta foto. Es la caña.
Y finalmente la Bodega de la Ardosa, emblemática también por pervivir durante 3 siglos, y por servir pintas de cerveza en vez de cañas. Manteniendo su encanto y su linaje.
Y así ví Madrid con mi Lumix G, que capturó todo lo que pasó por mis ojos y ahora me traslada a una época que pensé que nunca viviría. Lo conseguiste bribona!
Ya de vuelta ( siento los novillos del lunes, pero estaba preparando cositas que os van a encantar) y con un tutorial que creo que os va a gustar porque es requefácil, como casi todo lo que hacemos aquí, y original. Etiquetas de masa de modelaje hechas en casita y que quedan muy chulas en cualquier regalo.
Para empezar sólo necesitamos masa de modelaje de la que usan los enanos en el cole. La podéis encontrar en cualquier papelería ya que es material escolar fácil de encontrar. Os tenéis que hacer con un cutter (aunque un cuchillo o unas tijeras podrían servir) y sellos, rotus, un lápiz para hacer los agujeritos de las etiquetas y cualquier cosa que se os ocurra que sirva para decorar y que sea un objeto con relieve.
En nuestro caso, vamos a utilizar unas etiquetas de cartón que tenemos por casa, para que nos sirvan de guía a la hora de recortar la masa, y una botellas sin etiquetas a modo de rodillo ( os podéis creer que no tengo rodillo en casa?). También los sellos de El Tarro que son muy cucos y que nos pillan muy a mano ;P.
Os recomiendo que utilicéis una base dura para usar el cutter o el cuchillo con libertad, sin el miedito de cargaros el mantel, la madera o el cristal.
Empezaremos cortando una parte de la masa para poder manejarla mejor y pasamos la botella para extenderla. Hasta ahora nada extraordinario.
Luego marcaremos la masa con las etiquetas de cartón que queremos que den forma a las eternas.
Y después, con ayuda del cutter y presionando bien la etiqueta, comenzamos el corte. Después despegamos.
Y por último decoramos. Para eliminar las imperfecciones podéis frotar con un poquito de agua y suavizaréis las esquinas y los bordes.
Ahora sólo queda que las etiquetas eternas empiecen a endurecer. A mí me gusta que sequen al aire, tal cual, para darle el toque hecho en casa, pero podéis poner un poco de peso encima para queden completamente planas. Además también se pueden pintar, marcarlas con mantelillos de ganchillo, blondas y con hojas naturales quedan preciosas!. Y si se os ocurre cualquier otra idea, nos lo contáis. Nos encantan vuestros comentarios y fotos!
Ahora sólo nos queda decorar nuestros regalos con las tarjetas eternas. Tus regalos ganan puntos. No crees?
Los objetos rústicos están de moda y yo feliz porque adoro el estilo rústico, en su justa medida, claro. Me pasé veranos enteros en un pueblito cántabro frente a la vega del Pas y todo lo que huela a madera, prado y tierra mojada me trae los recuerdos más intensos de mi vida. Yo imagino que todo eso hace que cada vez que veo un objeto rústico me traslade a la infancia y a aquellos veranos lluviosos.
Así que hoy os traigo maravillosos objetos rústicos que sirven para decorar nuestras casitas de ciudad y los rincones más especiales de nuestra casa, de nuestra boda….
Disfrutad de la rustic deco que la verdad, con un poquito de gusto, es cálida y aunque no lo creáis, de lo más moderna y alternativa.
Hoy os tenemos preparado un tutorial genial. Te invitamos a que hagas tus propias tarjetas de cumple para que los más peques alucinen con los helados rosas y calaverosos que os vamos a enseñar. Bosco ya las tiene preparadas para dar a sus compis. Vamos que os lo váis a pasar pipa!
Solamente necesitas palos de helado, pegamento, tijeras y una impresora que te permita imprimir los descargables que tenéis aquí (CALAVERA CARA, CALAVERA CRUZ, HELADO CARA,HELADO CRUZ) Dos modelos, helado de fresa y calavera para cada ocasión (verano, invierno) o para cada niño (chica o chico)….
Una vez impresos los descargables recortaréis la cara y la cruz ( portada y datos) para posteriormente pegarlos.
Dejar la parte central sin pegamento para que luego podamos meter el palito.
Una vez que el palito sujeta la invitación, sólo nos queda reunirlas y meterlas en el sobre que más os guste para repartirlas en el cole.
Y voilá, las invitaciones más resultonas y baratitas del mundo. Os atrevéis?
De las cosas buenas que está teniendo la crisis, que las tiene, pocas, pero las tiene, nos encontramos con la capacidad de reinventarse y emprender con ideas que hasta ahora no se conocían, bien por la falta de empuje y apoyo y el poco carácter emprendedor de nuestra sociedad, bien porque las necesidades han cambiado, y mucho.
Hoy os hablamos de dos iniciativas alucinantes nacidas de personas con mogollón de entusiasmo y completamente convencidas de que sus proyectos son importantes para hacernos y hacer de nuestros hijos personas responsables, comprometidas y abiertas al mantenimiento de una sociedad volcada con la sostenibildad en todos los ámbitos.
Creciclando es una red de intercambio de artículos para bebés, niños y embarazadas, en la que puedes intercambiar aquellas cosas que ya no necesitas (ropa, accesorios, libros, juguetes, etc.) y conseguir otras que sí te son útiles. No se te ocurra tirar las cosas que están en buen estado, dales nueva vida! . ‘Creciclar’ es reutilizar, intercambiar, colaborar.
De esta manera además estamos educando a nuestros hijos para que consuman de forma más racional, no sólo en época de crisis, sino siempre, a apreciar las cosas y a compartir y colaborar con otros. Especialmente ahora, debemos dar a nuestras pertenencias una nueva oportunidad: lo que ya no nos sirve casi siempre es de gran valor para otros. Y así, todos ahorramos.
No os parece buena idea?
La web surgió de la iniciativa de varios amigos de la universidad que después de tener sus respectivos hijos, vieron la cantidad de cosas que se iban acumulando según iban creciendo sus hijos, y que quedaban prácticamente nuevas sin posibilidad de reutilización en muchos casos.
Aquí os dejo el enlace para que veáis como funciona. Es muy sencillo y os puedo asegurar que os ahorráis un buen dinero. Además no se aceptan objetos en mal estado, defectuosos o rotos. Todo debe estar en perfecto estado, casi nuevo. Y no sólo eso sino que cuando los usuarios recibimos los artículos que hemos pedido, valoramos su condición y calidad, puntuándolo con estrellas en la página web. De este modo, el resto de los usuarios saben si la descripción que hace una persona de sus objetos responde o no a la realidad.
Chiquitectos es un proyecto lúdico y educativo para despertar en los niños el interés por la arquitectura, el entorno, la ciudad y el desarrollo sostenible. Los niños aprenderán que hacer arquitectura no es sólo construir edificios, es soñar, explorar, pensar, imaginar, investigar, dibujar…pero también es calcular, medir, resolver, representar y construir.
Casi ná! Nos os parece interesante que nuestros hijos tengan la posibilidad de desarrollar estas capacidades? Os imagináis lo útil que puede ser para hacer crecer ciudadanos con nociones sobre su propio espacio, responsables y concienciados con un mundo más sostenible?
El proyecto de la arquitecta madrileña Almudena de Benito, nació por la necesidad de educar a los más pequeños en el conocimiento de aquello que nos rodea: el entorno construido y el medio ambiente un área que no suele formar parte de los programas de los centros educativos españoles.
Mediante distintos juegos y la elaboración de dibujos, construcciones, collages, y maquetas de distintas escalas (elaboradas en su mayoría con materiales reciclados), los niños trabajan e interaccionan con el espacio, experimentan con los distintos materiales y formas, con la luz, descubren la importancia de la estructura y comprenden el significado de la escala y la proporción, También elaboran construcciones ajustadas a su tamaño desarrollando así su capacidad espacial gracias a la relación con su propio cuerpo.
Los talleres de arquitectura de Chiquitectos estimulan la imaginación de los niños y ayudan al desarrollo de la creatividad, aumentan la capacidad de percibir y explorar todo aquello que nos rodea. Las actividades realizadas desarrollan la psicomotricidad fina, potencian el desarrollo artístico y fomentan el interés por la arquitectura y el urbanismo.
Me alegra saber que nuestros hijos tendrán valores que a nosotros nuestros padres no nos pudieron dar.
Valores que por suerte o por desgracia se han puesto de manifiesto a consecuencia de una gran crisis.
Véis como hay de todo hay que sacar el lado positivo?
Gracias a Elsa de Creciclando y a Almudena de Chiquitectos por hacer posible un mundo mejor.
El horario de trabajo es demasiado largo y el lugar donde estamos horas y horas debería ser lo más agradable posible. Pero eso a veces, quizás la mayoría de las veces, no puede cumplirse. Nos tenemos que conformar con que nuestro rinconcito esté como nosotros queremos, que no es poco…
Por eso, y como soñar es gratis, hoy os enseño los sitios en los que me molaría trabajar. Eso sí, llenos de mis cosas, de color y de un montón de trastos ordenados por todos lados… Pero con mucha luz.
Estos días amama (abuelita en euskera) está con nosotros en Madrid y nos va a preparar unas galletas ricas, ricas de matequilla, avellanas y chocolate, que digo yo que es lo que faltaba para añadir otro kilito más a los 2 que he cogido ya…
Pero lo que os voy a enseñar hoy no es como preparar esas galletitas (eso os lo dejo a vosotros que seguro que sois más apañaos que todo) sino como hacer un regalo de Reyes de última hora, en un pis pas, barato y útil. Casi ná!
Empezamos…
Vamos a echar en un bote de estos de conserva que tengáis por casa 300 gr. de harina, 1 cucharada de sal, otra de azúcar avainillado y otra de bicarbonato. Todo juntito…
Encima de la mezcla anterior vamos a echar un poco de azúcar moreno, 100gr.
Otros 100 gr. de chocolate fondant
Y otros 100 gr. de avellanas que habrá que trocear cuanto se preparen las galletitas.
Y…..Tachán!
Pues sí. Lo que vamos a regalar son todos los ingredientes secos para hacer unas estupendas galletas de mantequilla, choco y avellanas. Nuestro «ojomeneado» sólo tendrá que añadir un huevo y la mantequilla (de eso siempre hay en casa) para poder prepararlas.
Ahora toca decorar el bote y ya tenemos un regalo dulce y rápido.
Colocaremos las etiquetas, en las que se detallan los ingredientes y el modo de preparación. Las que os podéis descargar aquí.
Decoramos la tapa con una de nuestras de retropegatinas que le van al pelo.