A veces uno encuentra trabajos de personas que con su punto de vista fuera de lo normal y una inmensa creatividad son capaces de convertir una actividad más bien común en algo excepcional que acaba creando hasta tendencia. En un mundo digital a tope, los trabajos hechos a mano ascienden a la categoría de artesanales, como es el caso del bordado o el ganchillo, que ha pasado de ser considerada una tarea puramente doméstica exclusiva de amas de casa, a ser valorada, seguida y practicada por miles de personas de todas las edades y condiciones. Ahora todo lo relacionado con la costura es súper glamoroso, así que vete aficionando que si no vas a estar demodé.
Pero podemos ir más allá incluso, porque hay algunos casos dignos de mención en los que estos trabajos son considerados como auténticas obras de arte.