La cerámica, qué preciosura. Empezando ya por el nombre, que proviene del griego keramiké (¿no te suena genial?) y significa hecho de arcilla. Qué gozada trabajar con las manos, artesanalmente, como a nosotros nos gusta.
¿Te pierdes con nosotros en este post?
¿Por dónde empezar? Pues está complicado, porque todo lo que te vamos a enseñar es taaaaan precioso…¡que vas a querer tener hasta la cama de cerámica! Al lío.
Está claro que el reino principal de la cerámica funcional es la cocina… y por ahí empezamos
¿Quién dijo que las cucharas medidoras no podían ser estilosas? Porque mira estas 4… ¡Coloridas, repreciosas y muy folk!
¡Y del folk al nordic! Tablas de cocina en cerámica pintada con motivos sencillos, y minimalistas.
¿No te pasa que cada vez te gusta más lo “imperfecto”? Como las líneas de esta bandeja, que son de todo menos rectas y paralelas, como a lo mejor cabría esperar…
A veces la cerámica nos sorprende con pequeños, o grandes giros en sus formas.
Este bajoplato es toda una obra de arte. Viste la mesa por sí solo. No necesita ni un complemento que lo acompañe. Perfect.
O una jarra alta cual jirafa en la que la gracia recae de pleno en el pequeño caño que contrasta a tope con el tamaño de la pieza. La magia está en los pequeños detalles…
O un relieve. Menos es más. Fíjate en el detalle del mango de la cuchara, la estrella en ese caso está como grabada. Una vez más, detalles.
Y de un saliente a un entrante, un simple toquecito hacia dentro de la pieza, rompiendo con la forma tradicional, le da otro aire totalmente diferente. Si a eso le sumamos resaltarlo con un toque de color bien brillante… ¡el resultado es genial!
Ahora sí que te vamos a sorprender con la mezcla de la cerámica con otros materiales, ¡que puede ser increíble! Mira este florero y el cuenco terminados… ¡en mimbre! ¿Lo habías visto alguna vez?
Sin palabras, esta tetera es ideal de los ideales. Ya sería preciosa simplemente por los dibujines y la combinación de colores que tiene, pero encima, con el asa de madera, ¡es una preciosura máxima!
Y para alucinar es el efecto de piedra que tiene esta taza. Te teletransporta directamente a una casita rural, ¿verdad? La quiero… es una taza con poderes…
Y si se te ocurre algún portajoyas más delicado que estos, por favor, contacta con nosotros, queremos verlo… Ese toque folk de las pinturas que los decoran, nos pirran.
Bueno, ¿qué me dices? ¿Ha sido o no un viaje alucinante por las mil caras de la cerámica?
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¡Un besote, tarreros!
