Poco a poco, el otoño va llegando… Le está costando, pero… llegará. Y los árboles, que van al revés del mundo, mientras nosotros nos abrigamos, ellos irán quitándose las hojas. Tananá naná nanananá naná…(¿Alguien ha pillado la canción?)

Bueno, que nos desviamos del tema ¿Qué te proponemos hoy? Aprovechar esas preciosuras de hojas que encontramos por el suelo para convertirlas en obras de arte geniales!

¿Preparado para un ejercicio de relajación creativo?

Tan sólo necesitas hojas y unos bolis de gel de tus colores favoritos. No hace falta ni que sepas dibujar. Fíjate lo que te digo.

Ahora que está tan de moda el relajarse dibujando motivos repetidos, ¿qué te parece cambiar el hacerlo en una hoja de papel por hacerlo en una hoja de verdad?

Déjate llevar, como cuando pintarrajeas mientras hablas por teléfono…

Repite triángulos, círculos, puntos… formas de lo más sencillas…

¿Te has fijado en los colores que pueden llegar a tener las hojas? Mira qué rojo… Ni el rojo Valentino…

Aprovecha para darle contraste a tope en blanco y turquesa. A mi me sugiere estampados étnicos…que me pirran, la verdad.

Fíjate, los dibujines siguen siendo de lo más sencillos…

Relájate. Concéntrate en cada trazo… un poco de música que te relaje…

Mira, con las hojas más comunes de los suelos madrileños, esas que pisas aunque no quieras, hemos hecho diferentes diseños.

Asegúrate de recoger las hojas que no están tan, tan, tan secas que se vayan a resquebrajar según las cojas.

¿Te has fijado en lo bien que queda un simple “pespunte” alrededor de todo el contorno?

¿O unas simples “uves”?

No dudes en utilizar tu hojas como marcapáginas…

…de portavelas, para alumbrar un chocolate caliente a la luz de las velas, acurrucado en la mantita…

…o para regalar a quien tú más quieras!